REPORTE ESPECIAL. — Un año después del principio de la guerra más letal de Israel en Gaza, 54 por ciento de los palestinos expresan apoyo a la decisión de Hamas de lanzar ataques contra Israel el 7 de octubre de 2023, en los que murieron mil 200 israelíes, entre soldados y civiles.
Este apoyo ha sido citado repetidas veces por el gobierno israelí para justificar el asesinato en masa de más de 42 mil palestinos en Gaza durante los 12 meses pasados, entre ellos 17 mil niños, y la destrucción de 70 por ciento del territorio sitiado.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha considerado posible que las acciones de Israel constituyan genocidio, mientras la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; el ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como para tres líderes de Hamas, entre ellos Yahya Sinwar (asesinado el jueves), por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Si bien han sido usadas por Israel para justificar la destrucción de Gaza, las actitudes palestinas hacia el ataque de Hamas revelan un cuadro más complejo: ¿qué es exactamente lo que los palestinos apoyan respecto a ese día fatídico? ¿Por qué? ¿Y en qué contexto se da ese apoyo?
Reprueban matanzas
La fuente de esas cifras, el Centro Palestino para Investigación de Políticas y Encuestas (IPE), señala en su encuesta, realizada del 3 al 7 de septiembre en Cisjordania reocupada y Gaza, que el apoyo entre palestinos al ataque de Hamas no necesariamente significa apoyo al grupo armado islamita ni a cualesquier asesinatos o atrocidades cometidos contra civiles.
El IPE añade que casi 90 por ciento del público palestino cree que los milicianos no cometieron las presuntas o documentadas atrocidades de ese día, y, o bien las atribuye a otros individuos presentes, o cuestiona su autenticidad.
El ataque encabezado por Hamas constó de dos oleadas. La primera, de militantes de élite del grupo, conocidos como fuerzas Nukhba, se enfocó sobre todo en las bases militares israelíes que rodean a Gaza.
La segunda oleada se formó de manera espontánea una vez que la noticia del ataque se esparció por Gaza. Quien tuviera un arma corrió a la muralla, incluso miembros de otras seis facciones armadas e individuos de Hamas que no pertenecían a Nukhba, así como elementos criminales y simples curiosos.
Esta oleada no tuvo un mando central, planes, coordinación u objetivos delimitados, lo cual llevó a los propios líderes de Hamas a reconocer que las cosas se salieron de control.
En ese sentido, han surgido dos 7 de octubre: uno, en el que Israel y sus partidarios han visto como pura maldad, enfocado en la matanza y secuestro de civiles, y otro, al que los palestinos expresan apoyo, un ataque a objetivos militares que destruyó la imagen de invencibilidad israelí.
Por esa razón, Sara (no su nombre real), abogada palestina, declaró a The New Arab que sentía que la ofensiva fue una declaración de que la tiranía y la opresión tienen límites y consecuencias.
Además, para muchos palestinos, pese a los asesinatos documentados, la ola de ataques del 7 de octubre en los kibutz israelíes está envuelta en dudas respecto a que la narrativa referente a las atrocidades cometidas sea precisa por completo. Lo anterior refleja la desinformación propagada por el gobierno de Israel, actualmente desmentida, así como los reportes israelíes de numerosos incidentes de fuego amigo y la activación del protocolo Aníbal, que autoriza al ejército israelí a frustrar supuestos intentos de secuestro matando a todos los presentes en la escena. La estricta censura militar israelí sobre lo que se permite publicar es también un factor para muchos palestinos. Así, el activista Khaled Zeidan señala que lo primero que le viene a la mente al pensar en el 7 de octubre es la desinformación israelí. Ahora, después de un año, miro toda la desinformación que se divulgó después del 7 de octubre, parte de la cual fue promovida por el presidente estadunidenses, Joe Biden, y me parece que no hubo esfuerzo por desmentir, dar marcha atrás o disculparse por difundir mentiras, declaró a The New Arab.
Muchos palestinos expresan oposición a matar a civiles, como señala Ahmed, cuya familia entera pereció en bombardeos israelíes. Estoy en contra de atacar a civiles, sostuvo a The New Arab. El secuestro de niños, mujeres y ancianos nunca debió ocurrir.
Soportan el apartheid
El IPE indica también que 80 por ciento de palestinos que apoyan al 7 de octubre lo hacen porque ha puesto el tema palestino en el centro de la atención y eliminado años de abandono. Este sentimiento es conformado por un insoportable statu quo de apartheid ilegal que Israel ha impuesto a los palestinos, y por un profundo desencanto por el fracaso de las alternativas no violentas.
Abú Suhaib, palestino de Gaza, declaró a The New Arab que el ataque de Hamas revivió nuestra lucha y atrajo atención mundial a nuestro predicamento.
Cuando se le preguntó sobre la inmensa destrucción que Israel ha infligido en Gaza desde ese día, respondió: ¿Era mejor nuestra situación de antes? No estábamos vivos bajo sitio. ¿Qué futuro nos esperaba?
Al pensar en el ataque de Hamas, muchos palestinos citan una necesidad apremiante de romper un atroz sitio ilegal de 17 años sobre la franja, el cual Naciones Unidas y grupos de derechos humanos advirtieron en reiteradas ocasiones que volvería inhabitable el territorio en 2020.
Este lento sofocamiento ha puesto al borde del suicidio a muchos jóvenes sin futuro, pese a tener altos estudios. Para algunos, la creencia islámica en el castigo eterno es un mal menor que la no vida permanente en Gaza.
Los palestinos mencionan también el profundo sentido de aislamiento y abandono que antecedió a esta guerra, en el que su autodeterminación fue relegada a los márgenes del discurso internacional y vista como un mero obstáculo en el camino de la normalización de las relaciones árabe-israelíes, lo que profundizó el temor de que su sufrimiento perduraría por tiempo indefinido.
Por ello, Essam, activista que se encuentra actualmente en el norte de Gaza y cuya familia resultó lesionada cuando bombardearon su casa, opinó para The New Arab: Gaza estaba sometida a una gran injusticia en el curso de los años, y la causa palestina se encontraba en los momentos finales de su liquidación, hasta que Hamas actuó.
A esto se añadía un sentido cada vez mayor de amenaza existencial bajo el gobierno más ultraderechista en la historia de Israel, debido a los cada vez más numerosos ataques de colonos y del ejército israelí en Cisjordania reocupada y al mayor despojo israelí de tierras en décadas para crear colonias para sus ciudadanos.
Entre tanto, los años precedentes a la guerra en Gaza, 2022 y 2023, fueron los más letales para los palestinos desde que se empezó a llevar registro, en 2005.
¿El ataque de Hamas a Israel fue el mejor curso de acción para acabar con un statu quo insoportable? Esta sigue siendo una pregunta abierta en el discurso palestino, en especial dado el alto precio de la guerra en Gaza.
Muchos que creen que sí lo fue no apoyan en automático a Hamas o la violencia, sino más bien apuntan a la forma en la que virtualmente cualquier otra estrategia ensayada por los palestinos ha fallado en producir resultados tangibles. La desilusión más profunda es que más de 30 años de negociaciones jamás han dado origen a un Estado palestino.
Fracaso de los acuerdos de paz de Oslo
La abogada Zaha Hassan, analista en la Fundación Carnegie, en Washington, declaró a The New Arab que la encuesta muestra que, para muchos palestinos, el apoyo a la resistencia armada está vinculado al fracaso del proceso de paz firmado en 1993 en Oslo.
La reciente resolución del Knéset (Poder Legislativo) israelí que rechaza la solución de dos estados y el establecimiento de un Estado palestino sólo incrementa esa desilusión. Si se tiene un proceso de paz que es ilegítimo e inefectivo, y uno ve fuera de su casa un asentamiento israelí que se expande hacia la suya, o uno ya perdió su casa, es obvio que su apoyo a un proceso de paz va a disminuir de modo considerable, comentó Hassan.
Otros esfuerzos no violentos también han llevado a callejones sin salida. La Gran Marcha del Retorno en 2018-2019, en la que decenas de miles de pobladores de Gaza, sin armas, protestaron cada semana contra el bloqueo israelí, fue enfrentada con fuerza letal. Francotiradores israelíes hirieron y baldaron a más de 30 mil manifestantes, y los soldados alardeaban de cuántas rodillas palestinas abatían; uno contó 42 en un día. Más de 250 palestinos fueron asesinados.
Israel arrincona a los palestinos y les hace sentir que no tienen nada que perder, dijo a The New Arab Ahmed Abú Artema, fundador de ese movimiento de protesta. Israel atiende sólo las dimensiones de seguridad y militar, pero pasa por alto las dimensiones que crean un ambiente que convence a la gente de resistir.
Los palestinos han intentado también repetidas veces llamar a las puertas de Naciones Unidas y de los tribunales internacionales, acciones que Israel llama terrorismo diplomático. Resoluciones históricas adoptadas a favor de los derechos palestinos han quedado en el papel, sin ser jamás llevadas a la práctica. Entre tanto, gobernantes europeos reconocen que la comunidad internacional les ha fallado a los palestinos.
La muerte lenta bajo el régimen de apartheid israelí, sumada a las avenidas diplomáticas bloqueadas, deja a los palestinos con la convicción de que no hay nada que puedan hacer para ser tratados como seres humanos iguales. Esta desesperación aporta entonces credibilidad a la resistencia armada como herramienta para romper el statu quo, obtener venganza o enfrentar la intimidación.
Además, la doble moral occidental, en el generoso e indeclinable apoyo a Ucrania y la glorificación de su resistencia, en oposición al abandono y la culpabilización de las víctimas en el caso de Palestina, se cita entre las razones que popularizan la resistencia armada y crean la convicción de tomar el asunto en sus propias manos.
Los palestinos ven el apoyo occidental a Ucrania al resistir la ocupación y agresión rusa, y se preguntan por qué la comunidad internacional no presiona de manera más activa por poner fin a la ocupación israelí de tierras palestinas, manifestó Zaha Hassan a The New Arab.
El comienzo de la paz es dar fin a la ocupación
Los expertos, entre ellos incluso israelíes, creen que la única forma de reducir el apoyo a la resistencia armada es crear una alternativa mejor y genuina, como sería una ruta diplomática creíble para poner fin a la ocupación ilegal israelí.
* Muhammad Shehada es un escritor y analista palestino de Gaza y director de asuntos de la Unión Europea en el Euro-Med Monitor de Derechos Humanos.
PUBLICADO EL 19 DE OCTUBRE DE 2024 Con información de The New Arab)